Pre-Navidad

Ikea se empeña en uniformar nuestras navidades, después de haber 'asuecado' los hogares de millones de españoles. Tampoco pasa nada, claro, pero lo cierto es que los ciudadanos de a pie tendemos a ser cada vez un poco más bobos, alienados y homogeneizados. Mientras, Judit Mascó se afana en edulcorar nuestros mejores momentos haciéndonos creer que el bomboncito dorado es sinónimo de fiestas pijas donde las copas se cogen dejando tieso el dedito meñique y todos van pulcramente vestidos... todos divinos de la muerte, ji-ji, ja-ja. 
Ahora que aún estamos a tiempo, que falta mes y pico, tal vez seamos lo suficientemente originales para preparar arreos navideños propios y esperar con mesura y paciencia a que llegue la época. Ni nos tenemos que comer ahora los mantecados del Mercadona o Carrefour, ni hay que poner todavía los arbolitos dorados. Por tanto, aún disponéis de unas semanas en las que pensar en personalizar vuestras fiestas navideñas, vestirlas de la sencillez que jamás debió abandonar el auténtico carácter de estas y dejarle al Ikea que le ponga los pinitos suecos a algún reno entre la cornamenta. 
Solo si dejáis de arrastraros por la vorágine comercial de quienes solo quieren de vosotros vuestros menguados cuartos, solo si hacéis eso dejaréis de sentiros tremendamente infelices cuando estéis rodeados de abetos de grandes superficies y mazapanes de El Corte Inglés... Lo que verdaderamente os hará felices no está en los anuncios de TV y lo sabéis de sobra.
Un mes os queda. No volváis a errar el tiro como cada año. Feliz pre-navidad.

Comentarios